Para cultivadores, consumidores responsables y profesionales de la industria cannábica en México, la reciente decisión del Gobierno de la Ciudad de México plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de los espacios de consumo en la capital: ¿estamos ante un retroceso en la legalización o una oportunidad para exigir espacios regulados adecuadamente?

¿Qué está sucediendo con los espacios de consumo en CDMX?

El Gobierno capitalino, a través de la Secretaría de Gobierno (SECGOB), ha iniciado acciones para «recuperar» espacios públicos como la Estela de Luz y el Monumento a la Madre, que durante años han funcionado como puntos de encuentro tolerados para el consumo lúdico de cannabis. La justificación oficial apunta a problemas de venta ilegal de drogas e inseguridad en estos lugares.

Sin embargo, esta iniciativa no ha venido acompañada de alternativas concretas y de implementación inmediata, dejando a la comunidad cannábica en un limbo legal y social preocupante.

Impacto para la comunidad cannábica: riesgos y preocupaciones

  • La eliminación de estos espacios sin ofrecer alternativas viables podría empujar el consumo hacia zonas menos visibles y menos seguras.
  • Existe el riesgo de incrementar la venta ilegal y las condiciones de inseguridad, precisamente lo que el gobierno afirma querer combatir.
  • La comunidad usuaria queda en un vacío legal: con derechos reconocidos por la Suprema Corte pero sin lugares designados para ejercerlos.

¿Qué dice realmente el gobierno?

Según el comunicado oficial, se trabaja con colectivos para definir un nuevo espacio «fuera del paso peatonal» con reglas claras de operación. Sin embargo:

  • No se especifica cuándo ni dónde se materializará esta propuesta.
  • No existe un cronograma claro para la implementación de estos nuevos espacios.
  • Mientras tanto, los usuarios quedan desplazados sin alternativas oficiales.

El contexto global: ¿Qué podemos aprender de otros modelos?

Este movimiento ocurre en un momento donde ciudades como Barcelona con sus clubes cannábicos, Amsterdam con sus coffeeshops, y diversas ciudades estadounidenses con lounges de consumo, demuestran que es posible crear espacios regulados, seguros y respetuosos para el consumo de cannabis.

La situación en CDMX plantea una pregunta fundamental para todos los actores de la industria: ¿Cómo podemos colaborar para desarrollar un modelo mexicano que respete tanto los derechos de los usuarios como la convivencia social?

Recomendaciones para la comunidad cannábica

  • Para activistas y colectivos: Fortalecer el diálogo con autoridades y presentar propuestas concretas de espacios regulados con base en experiencias internacionales exitosas.
  • Para consumidores: Mantenerse informados sobre los cambios normativos y participar activamente en las conversaciones sobre regulación.
  • Para emprendedores e inversionistas: Considerar modelos de negocios que contemplen espacios privados regulados para el consumo, anticipándose a posibles cambios en la legislación.

El camino hacia adelante

La verdadera solución no radica en simplemente «recuperar» espacios, sino en crear un marco regulatorio integral que reconozca la realidad del consumo de cannabis en México y establezca espacios designados, seguros y accesibles.

Como comunidad comprometida con la legalización responsable, debemos exigir al Gobierno de la Ciudad de México que transforme las promesas en acciones concretas, estableciendo un diálogo transparente y participativo que lleve a la creación de espacios dignos para el consumo.

El momento actual puede verse como un desafío, pero también como una oportunidad para impulsar un modelo de regulación que realmente equilibre libertades individuales, salud pública y convivencia social.

Desde Cannatlán seguiremos monitoreando esta situación y manteniendo informada a nuestra comunidad sobre los desarrollos en esta importante conversación para el futuro de la cannabis en México.

¿Qué opinas sobre estas medidas? ¿Consideras que representan un retroceso o una oportunidad para mejorar la regulación? Comparte tu opinión en los comentarios.

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