Curando a los animales con cannabis

Muchas personas y sus médicos ya han adoptado la marihuana medicinal. Y también ha comenzado el tratamiento de animales con CBD y THC.

Nidia: Un caso de éxito

Como muchos elefantes cautivos, Nidia tenía problemas crónicos en las patas. Se habían formado fisuras en las almohadillas de las patas de esta elefanta asiática de 55 años y las uñas de sus pies se habían agrietado y encarnado. Los dolorosos abscesos persistieron durante meses. Nidia había perdido el apetito y adelgazaba.

Quetzalli Hernández, veterinaria a cargo del cuidado de Nidia en un parque de animales salvajes de México, estaba desesperada. Decidió probar con el cannabidiol, o CBD, el compuesto terapéutico no tóxico del cannabis.

Tratamiento y resultados

En busca de ayuda, Hernández se puso en contacto con Mish Castillo, veterinario especializado en medicina cannábica animal en México. Que Castillo supiera, nadie había administrado cannabis medicinal a un elefante a propósito. Pero él y sus colegas esperaban que redujera el dolor de Nidia y estimulara su apetito, como habían visto que hacía con gatos, perros y otras especies.

Empezaron con una dosis baja y acabaron fijando una de 0,045 miligramos de CBD por cada kilogramo de peso de Nidia, que tomaba a diario con un trozo de fruta. Calibrada por peso, la dosis es entre una décima y una cuadragésima parte de la que Castillo administra a perros o gatos. Sin embargo, funcionó.

Resultados del tratamiento

El primer síntoma de que el tratamiento era eficaz fue cuando Nidia empezó a experimentar los munchies, el apetito voraz característico posterior al consumo de cannabis. A los pocos días de empezar a tomar CBD, pasó de comerse solo un tercio de la comida a ingerirla prácticamente toda e incluso a veces repetía. En cinco semanas, había ganado poco más de 250 kilogramos.

Cuando Nidia empezó a comer, su comportamiento cambió. “Siempre se la había conocido como la gruñona; solía dar patadas a las puertas”, relató Castillo. “Entre la primera semana y los 10 primeros días de tratamiento, empezó a salir más rápido de su encierro y a estar de mejor humor”.

Los abscesos de Nidia también empezaron a curarse, quizá como resultado de los efectos antiinflamatorios del CBD. Durante meses, el dolor en las patas había impedido a la elefanta bajar una pequeña colina hasta el bebedero de su recinto, obligando a sus cuidadores a darle agua en cubetas y con manguera. Cuando su estado mejoró, volvió a visitar el bebedero.

La aplicación en diferentes especies

El cannabis medicinal para humanos es legal y de uso común en varios países y estados de Estados Unidos. Sin embargo, su adopción en veterinaria ha quedado rezagada en comparación con la medicina humana.

Decenas de estudios científicos apuntan al potencial del cannabis para tratar las convulsiones, el dolor, la ansiedad y el miedo, sobre todo en perros. Cada vez hay más pruebas anecdóticas procedentes de países como México, donde los veterinarios pueden administrar legalmente la planta o sus compuestos, las cuales indican que hay beneficios para otras afecciones en especies tan variadas como loros, hienas y tortugas.

No obstante, a pesar de los resultados prometedores, abundan los problemas para introducir el cannabis en la medicina veterinaria: confusión sobre la ley, estigma persistente relacionado con las drogas, falta de educación y escasez de estudios arbitrados. En la mayoría de los países, incluyendo Estados Unidos, la legislación prohibitiva o incompleta también obstaculiza la capacidad de los veterinarios para estudiar y utilizar el cannabis en sus consultas.

Desafíos y avances

“La gente está muy interesada en terapias alternativas que funcionen mejor” y tengan menos efectos secundarios, señaló Stephanie McGrath, neuróloga veterinaria de la Universidad Estatal de Colorado que estudia el cannabis medicinal y forma parte del consejo asesor científico de Panacea Life Sciences, fabricante de productos de CBD. “Deberíamos destinar fondos a la investigación para comprender mejor cómo debemos utilizar este medicamento”, añadió.

Leyes en lugares como California han empezado a dar paso al cannabis veterinario. Y un pequeño pero creciente número de veterinarios internacionales se han unido para introducir el cannabis en la medicina veterinaria convencional a través de la educación, la investigación y el activismo.

“Todos los países van a ritmos diferentes en materia de regulación y legalización”, aseguró Castillo. “Pero podemos trabajar como una red mundial de veterinarios para seguir avanzando juntos”.

La ciencia detrás del cannabis

El cannabis contiene más de cien compuestos químicos, pero el CBD y el tetrahidrocannabinol (THC) son las moléculas cuyos efectos terapéuticos se conocen mejor. Mientras que el CBD no altera perceptiblemente la conciencia, el THC es responsable del “subidón” asociado a fumar o ingerir marihuana.

En todas las especies vertebradas, estas moléculas interactúan con el sistema endocannabinoide, una red de receptores nerviosos, moléculas y enzimas que mantiene estables los demás sistemas orgánicos del cuerpo. Cuando se utiliza con fines médicos, el cannabis básicamente “apoya el sistema de soporte”, explicó Casara Andre, fundadora de Veterinary Cannabis, un grupo con sede en Colorado que ofrece educación y certificación a los trabajadores de cuidado de animales y servicios de consulta para los dueños de mascotas y la industria del cannabis.

Varios países ya permiten legalmente a los veterinarios recetar y administrar cannabis. Sin embargo, en términos de investigación y adopción, México se perfila como líder mundial. Desde 2019, Castillo y sus colegas han capacitado a casi 1500 veterinarios en el uso de cannabis medicinal.

Historias de éxito

Mónica Lozano Garza, veterinaria en Toluca, dijo que ella no fue de las primeras en adoptarlo. Pero en 2020, su antiguo pastor inglés, Patricio, comenzó a despertarse por la noche sin aliento debido a un trastorno inflamatorio en su cavidad nasal.

Cuando los demás tratamientos fallaron, Lozano contactó a Castillo, quien la ayudó a obtener una fórmula de CBD personalizada para Patricio de una empresa a la que él asesora.

“No tienes idea de cuánto le ayudó: pudo respirar nuevamente”, contó Lozano. “Gracias a eso recibió dos años y medio más de vida”.

Desde entonces, Lozano ha tratado alrededor de 65 animales con CBD. Lo ha usado para aliviar el dolor, ayudar con problemas gastrointestinales y quitar los esteroides de los tratamientos de gatos asmáticos.

También ha administrado CBD a pacientes animales que se estresan durante las visitas al consultorio. Descubrió que la forma más fácil de administrar el tratamiento en estos casos es nebulizar el CBD y, básicamente, crear un hotbox de cannabis del tamaño de un transportador para el gato o perro ansioso.

Combina con tratamientos convencionales

Los veterinarios han descubierto que el cannabis puede combinarse con productos farmacéuticos convencionales para mejorar los resultados de esos medicamentos. Y en algunos casos, administrado por sí solo, el cannabis ha superado a los medicamentos existentes, afirmó Emma Delaney, farmacéutica y gerente de ventas de CBD Vets Australia, una compañía que proporciona educación y cannabis medicinal a veterinarios en Australia.

En 2023, por ejemplo, una cacatúa rosa de 48 años llamada RiffRaff fue hospitalizada cerca de Brisbane, Australia, después de que dejó de comer y comenzó a mostrar signos de dolor en relación con un diagnóstico de cáncer de páncreas. Cuatro medicamentos recetados, incluido un opioide, no lograron mejorar su condición. “No se esperaba que viviera más allá de una semana”, contó Leah Jigalin, propietaria de RiffRaff, quien adoptó el ave de su abuela.

La eutanasia normalmente habría sido el siguiente paso, pero Jigalin preguntó acerca de la posibilidad de probar el CBD. Al cabo de una semana, RiffRaff recuperó el apetito, su comportamiento mejoró y volvió a gorjear. Pudo dejar de tomar los medicamentos recetados, “los cuales odiaba por completo”, afirmó Jigalin, y se ha mantenido en buena salud con el apoyo de dos dosis diarias de aceite de CBD.

Éxito en el Zoológico de Cali

Si bien la mayoría de los veterinarios se centran en el cannabis para mascotas, un grupo de ellos de Colombia, dijo Castillo, han tomado la iniciativa en su uso para animales de zoológico.

Diana Buitrago, veterinaria del Zoológico de Cali, calcula que ella y sus colegas han administrado cannabis a más de 50 especies desde 2020, desde tapires andinos y leones hasta serpientes y capibaras. Han descubierto que el CBD funciona bien para el dolor, la inflamación, la osteoartritis y las alergias, y que también puede mejorar la eficacia de los tratamientos para afecciones como el cáncer.

Por otro lado, el THC generalmente ofrece mejores resultados para los pacientes del zoológico que luchan contra el estrés y la ansiedad, afirmó Buitrago. Por ejemplo, ayudó a brindar alivio a un loro que se estaba arrancando las plumas, y a un jaguar que caminaba obsesivamente por su entorno y se mordía la cola. “Intentamos todo con él, pero nada parecía funcionar hasta que apareció el cannabis en nuestras vidas”, contó Buitrago.

Independientemente de la especie, los veterinarios que trabajan con cannabis enfatizan la importancia de comenzar con dosis pequeñas para los pacientes y luego incrementar de forma gradual hasta encontrar lo que funciona mejor para cada caso individual. “La medicina del cannabis es para mí más desafiante que la oncología, porque en oncología hay un protocolo a seguir”, dijo Trina Hazzah, oncóloga veterinaria integrativa y cofundadora y presidenta de la Veterinary Cannabis Society, un grupo de defensa y educación en California. “El cannabis es muy personalizado”.

Desafíos legales y educativos

Los veterinarios que pueden administrar cannabis legalmente siguen siendo la excepción. En la mayoría de los países, la droga sigue siendo ilegal o no está regulada para uso veterinario. En algunos estados de EE. UU., como Georgia y Alabama, los veterinarios tienen prohibido hablar del cannabis con los dueños de mascotas. Aunque Hazzah no ha oído hablar de ningún veterinario que haya perdido su licencia por mencionar cannabis a sus clientes, sí ha oído que algunos han recibido cartas de cese y desistimiento de las juntas médicas.

Según Andre, los veterinarios administran a sus pacientes animales medicamentos aprobados para humanos. Sin embargo, la legislación que permite el uso del cannabis medicinal suele pasar por alto a los veterinarios, ya que normalmente solo se ocupa de los pacientes humanos, añadió.

Avances en la legislación

Tras años de presión en Estados Unidos, Hazzah y otros han conseguido que algunos estados actualicen sus leyes. En 2022, California aprobó un proyecto legislativo que permite a los veterinarios recomendar estos tratamientos a sus clientes. Sin embargo, incluso en California, muchos veterinarios siguen sin tener claras las normas, afirmó Hazzah. “No solo es confuso cuáles son sus derechos, sino que ni siquiera están informados de que estos derechos existen”.

Los dueños de mascotas que preguntan a sus veterinarios sobre el cannabis en Estados Unidos pueden encontrarse con que no están dispuestos a hablar del tema por miedo a ser reprendidos, explicó Hazzah, o no pueden hacerlo por falta de conocimientos. Algunos veterinarios —entre ellos Hazzah, que a veces también asesora a empresas cannábicas— intentan llenar este vacío ofreciendo a los dueños de mascotas servicios de consulta veterinaria sobre el cannabis.

Advertencia sobre el uso sin supervisión

Puede ser peligroso que los dueños intenten medicar a sus mascotas con productos cannábicos sin asesoramiento profesional, añadió Hazzah. En los perros, por ejemplo, un exceso de THC puede provocar efectos secundarios como incontinencia, letargo, paranoia, vómitos y un estado similar al coma.

“Ahora, con la marihuana tan omnipresente, la mayoría de los días en urgencias vemos un animal intoxicado”, dijo Shelly Pancoast, veterinaria de urgencias y la más reciente expresidente de la Asociación Médica Veterinaria de Rhode Island. Por este motivo, Pancoast y sus colegas se opusieron en 2023 a un proyecto de ley estatal que habría permitido a los dispensarios de Rhode Island vender productos de marihuana con THC para mascotas.

Éxito en casos particulares

En espera de la luz verde La formación de los veterinarios también se justifica, dijo Andre, no solo sobre el uso médico del cannabis, sino también sobre el propio sistema endocannabinoide, que solo se ha incorporado recientemente al currículo de las facultades de veterinaria tras su descubrimiento en 1988. “Nos encontramoscon la necesidad de introducir un nuevo paradigma en la industria veterinaria”, afirmó.

Aunque las cosas van despacio, dijo Castillo, cada año llegan más resultados de investigación, cursos de formación y programas de tutoría, así como colaboraciones internacionales.

Por ejemplo, Castillo y sus colegas se disponen a publicar otro estudio de caso sobre el uso del CBD en un hurón llamado Macarena. La hurona se cayó del balcón de un quinto piso en 2017, lo que le provocó un traumatismo medular grave y dolor crónico. Se le dieron opioides, pero el malestar persistente hizo que se automutilara. “Básicamente, masticaba sus propias patas traseras por el dolor”, apuntó Castillo.

Los veterinarios le amputaron las patas traseras, pero Macarena siguió mostrando signos de angustia, incluso se mordía el abdomen.

Cuatro años después de su caída, Macarena encontró alivio en el CBD. Con una dosis de 0,65 miligramos de CBD por kilo de peso, dejó de automutilarse. Ganó peso y se volvió más activa, según Castillo y sus colegas, y pudo dejar de tomar opiáceos.

Macarena falleció en septiembre a causa de su avanzada edad y, según los investigadores, hasta el momento de su muerte se encontraba de buen humor.

Fuente New York TImes, Curar animales con Cannabis

Conclusión con Preguntas y Respuestas

¿Cuáles son los desafíos legales para la implementación del cannabis en la medicina veterinaria?

Los desafíos legales persisten en muchos países y estados, donde la droga sigue siendo ilegal o no está regulada para uso veterinario. En algunos estados de EE. UU., como Georgia y Alabama, los veterinarios tienen prohibido hablar del cannabis con los dueños de mascotas. Aunque se han logrado avances en la legislación, muchos veterinarios aún no están informados de sus derechos, y algunos enfrentan cartas de cese y desistimiento.

¿Cómo se ha utilizado el cannabis en casos exitosos en animales de zoológico?

En el Zoológico de Cali, veterinarios han administrado cannabis a más de 50 especies desde 2020, desde tapires andinos y leones hasta serpientes y capibaras. Han encontrado que el CBD funciona bien para el dolor,la inflamación, la osteoartritis y las alergias, mientras que el THC generalmente ofrece mejores resultados para el estrés y la ansiedad en pacientes del zoológico.

¿Cuál es la importancia de comenzar con dosis pequeñas al usar cannabis en animales?

Los veterinarios enfatizan la importancia de comenzar con dosis pequeñas y luego incrementar gradualmente. La medicina del cannabis es personalizada, y cada animal puede reaccionar de manera diferente. Llevar un diario al comenzar el tratamiento ayuda a ajustar la dosis y obtener resultados más rápidos al observar el estado de ánimo, síntomas y niveles de sueño, comida y juego del animal día a día.

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