El consumo de cannabis ha sido un tema de discusión a nivel mundial durante muchos años. En 2021, cerca de 219 millones de personas en todo el mundo hicieron uso de esta droga, lo que representa un 2,8% de la población mundial, según datos proporcionados por la UNODC. Este porcentaje supera con creces el uso de otras sustancias ilícitas, como los opiáceos y opioides, que se sitúan en un 0,8%. Este hecho destaca la prevalencia del consumo de cannabis en la sociedad actual.

Debido al gran volumen de consumidores, existen numerosos actores interesados en la despenalización de su uso recreativo, que, hasta la fecha, sigue siendo ilegal en la mayoría de los países. Sin embargo, en la última década, se ha observado una creciente ola de legalización del cannabis en América del Norte, lo que ha llevado a varios Estados a implementar políticas destinadas a permitir y regular su consumo con fines no médicos ni científicos.

Países como Canadá, México, Sudáfrica, Uruguay, Georgia y Malta han legalizado el consumo recreativo de cannabis en los últimos años. En Estonia, Portugal, Israel y Tailandia, aunque el consumo no es legal, está despenalizado. En los Estados Unidos, la legalización del uso recreativo de cannabis para adultos depende de la legislación de cada territorio, y en la actualidad, 21 estados del país, junto con Washington, D.C., han dado luz verde a esta práctica.

El mapa del consumo de cannabis en el mundo muestra una cierta coincidencia entre los países con un alto porcentaje de consumo y la existencia de políticas de despenalización o legalización. Israel, donde el uso privado de esta droga no está perseguido, lidera la lista con casi un 27% de su población adulta consumidora. Le siguen Estados Unidos (23%) y Canadá (21%). Uruguay y Chile son los países con las tasas más altas de consumo en América Latina.

Los efectos de esta ola de cambios legislativos han sido ampliamente discutidos, con opiniones divididas sobre si la legalización ofrece beneficios en términos de salud. La ONU recientemente reconoció las propiedades terapéuticas del cannabis. Sin embargo, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) sostiene que la legalización no ha reducido el uso recreativo de la marihuana, sino que ha dado lugar a un aumento del consumo, especialmente entre los jóvenes. Este órgano ha sido fuertemente criticado en los últimos tiempos por su postura punitivista y falta de transparencia.

Analizar el impacto de la legalización en el consumo de la marihuana es complicado. Comparar los datos de consumo antes y después de la legalización no necesariamente demuestra una relación causal directa. Otros factores, como la mayor disposición de las personas a participar en encuestas o informar sobre el consumo de cannabis si ya no es ilegal o se ha despenalizado, también deben considerarse.

Además, es esencial destacar el crecimiento del negocio en torno a la legalización médica y recreativa del cannabis, que ya ha reportado grandes beneficios económicos en varios países. En todo el mundo, aproximadamente 75 millones de personas son consumidores legales, y se espera que este número aumente con la progresiva despenalización. Canadá lidera este negocio, con una veintena de corporaciones que cubren todo el proceso, desde el cultivo hasta la distribución. La «fiebre del oro verde» se proyecta mover alrededor de 50.000 millones de euros en 2025, con la multinacional canadiense Canopy a la cabeza.

En resumen, el consumo de cannabis a nivel mundial es un tema complejo y multifacético que ha experimentado cambios significativos en los últimos años. La legalización y despenalización de su uso recreativo han generado debates y opiniones encontradas sobre sus efectos en la sociedad y la economía. A medida que más países consideran la legalización, es esencial continuar monitoreando y evaluando los resultados para tomar decisiones informadas sobre políticas futuras relacionadas con el cannabis.

Fuente: El Nuevo Orden Mundial

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