México está apostando a elevados impuestos al consumo y producción de cannabis, lo cual daría ingresos considerables al fisco pero podría seguir alentando el mercado ilegal, anticipan especialistas basados en la experiencia de otros países.

En el último dictamen de la Cámara de Diputados, del 10 de marzo, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública contempla una recaudación de 18 mil 705 millones de pesos por la legalización del cannabis, a través del cobro de los 3 tipos de impuestos federales.

Un 83 por ciento de estos recursos se obtendrían por la aplicación del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) de 160 por ciento del valor para un paquete, así como una cuota de 0.5 pesos por gramo de cannabis. Este esquema está inspirado en el actual sistema aplicado al tabaco.

Mientras que en Uruguay y los Países Bajos se optó por no establecer impuestos al consumo sobre el cannabis para competir contra el mercado negro, en México ya se baraja la idea de establecer grandes tasas impositivas.

Además, se plantea el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 16 por ciento, por el cual se obtendrían mil 534 millones de pesos que representarían 8 por ciento de la recaudación estimada.

En México la ley para regularizar el cannabis lúdico podría ser de inicio letra muerta si se imponen altos impuestos, advirtió Eda Martínez, presidenta del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo.

“En el momento en que no se tenga una política fiscal inteligente y asequible, la transición va a ser más larga. Es decir, si la tasa de IEPS es muy elevada, más un 16 por ciento de IVA, más uno o dos pesos por producto, si estos estándares no se consideran, aún cuando tengamos un mercado muy interesante en millones de dólares, la transición no se va hacer, va a seguir esto impactando la economía subterránea”, dijo.

A nivel internacional la aplicación de altos impuestos ya ha probado ser un error para la legalización del cannabis.

Los estados de Washington y Colorado, en EU, no han logrado erradicar el mercado negro a un año de la legalización del cannabis, debido a los altos impuestos y complejidad para obtener licencias, refiere el Institute on Taxation and Economic Policy.

Asimismo, Canadá que desde 2018 legalizó la mariguana recreativa ha enfrentado problemas para erradicar el mercado negro de igual forma por los altos precios y dificultad de obtener licencias de producción, según una investigación de The Guardian.

Ni en Uruguay ni en los Países Bajos se ha logrado erradicar del todo al mercado negro debido a la falta de puntos de venta y negativa de los ciudadanos a registrarse en padrones de consumidores, según documentos de autoridades sanitarias de ambos países.

Para el caso de México, Adrián García Gómez, investigador de Ingresos e Impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) explicó que sería deseable que se cobren impuestos que se destinen a actividades específicas de salud, pero se debe de considerar la tasa a aplicar.

“El mercado ilegal se va a tener que tomar en cuenta, una tasa muy alta podría generar que se siga vendiendo como hasta el momento en mercados ilegales. En el tabaco se argumenta que los altos impuestos generan contrabando”, dijo.

El problema es mantener un equilibrio fiscal. Si la legislación es muy restrictiva, la demanda no se hará por los canales legales, pero si es muy laxa se corre el riesgo de que se incremente el consumo, explica la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Fuente: Jorge Cano Agencia Reforma

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