La idea de que la hierba afecta a la memoria a corto plazo es un cliché típico de marihuanos. Esto es lo que sabemos sobre el cannabis y la memoria.
Junto con Bob Marley y los pósters 420, el cannabis está fuertemente asociado a la pérdida de memoria.
Los prohibicionistas llevan casi un siglo lamentando los supuestos efectos nocivos del cannabis en el cerebro. Pero si te preocupa el consumo de marihuana y tu memoria, ten en cuenta que sus afirmaciones son exageradas. Describir el cannabis como neurotóxico (es decir, venenoso para el cerebro) es una simplificación excesiva que pasa por alto su potencial para tratar el Alzheimer, la enfermedad de Huntington, el Parkinson y la epilepsia, por nombrar algunos.
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Sin embargo, cuando se trata de la memoria, ¿hasta qué punto es un problema serio? A medida que la prohibición del cannabis va retrocediendo en más países y estados de EE.UU., menos México que pareciera que estamos estancados, merece la pena aclarar esta cuestión para los millones de consumidores estadounidenses activos.
Sin embargo, las pruebas que rodean el consumo de marihuana y la memoria pueden ser turbias, por lo que, aunque los científicos están seguros de que el cannabis influye en la memoria hasta cierto punto, no está claro hasta qué punto este efecto es perjudicial o permanente.
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En primer lugar, debemos especificar de qué tipo de memoria estamos hablando. Existen tres grandes clasificaciones de la memoria: la memoria sensorial, la memoria a corto plazo (que incluye la memoria de trabajo) y la memoria a largo plazo, que se subdivide en explícita e implícita.
El cannabis sólo parece tener un impacto en la memoria a corto plazo, por lo que tomar una pipa de agua no borrará los recuerdos de tu infancia o algo así.Además, estas distorsiones parecen ser temporales y reversibles con la abstinencia.
«No causa ningún daño a largo plazo o retroactivo a tu memoria. Sólo afecta a los recuerdos mientras estás bajo la influencia», declaró Peter Grinspoon, un médico de atención primaria de la Escuela de Medicina de Harvard que se especializa en la marihuana medicinal. Grinspoon también es miembro de la junta directiva del grupo de defensa Doctors For Cannabis Regulation (Médicos por la Regulación del Cannabis), que trata de proporcionar a los pacientes pruebas sobre los beneficios y las limitaciones del cannabis medicinal.
Grinspoon lo describe como una compensación. Hay muchos fármacos que también afectan a la memoria a corto y largo plazo, desde el ansiolítico Xanax hasta la píldora para la alergia difenhidramina, que se vende habitualmente sin receta médica como Benadryl. Muchos somníferos, antihistamínicos e incluso algunos antidepresivos tienen efectos muy importantes sobre la memoria. Por supuesto, el más importante es el alcohol, conocido por provocar desmayos con un consumo excesivo que puede provocar graves alteraciones de la memoria en el futuro.
«Ninguna droga o medicamento está exento de efectos secundarios o daños», dijo Grinspoon. «Y el cannabis tiene tantas otras cosas que hace a la cognición que la gente encuentra útiles, como el aumento de la creatividad, la espiritualidad, ayuda con la escritura, les ayuda a conectar con otras personas, les ayuda con el arte y la música».
La pregunta que se plantea es: ¿cuál es la gravedad y la duración de estos efectos en la memoria? ¿Y pueden mitigarse?
Es muy difícil decirlo definitivamente porque hay muchas variables. Depende de la dosis, el tipo de cannabis, la frecuencia de consumo, la edad, el sexo y mucho más. También se vuelve confuso si se tiene en cuenta que algunos consumidores de cannabis también consumen alcohol, tabaco o cafeína, por no hablar de los medicamentos recetados. «¿Cómo se puede atribuir el daño o el beneficio al cannabis si hay todas estas otras cosas en la mezcla?» dijo Grinspoon.
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Aunque se ha demostrado que afecta a la memoria a corto plazo, no sabemos muy bien cómo lo ha conseguido el cannabis. El principal causante parece ser el THC, una sustancia química del cannabis responsable de la sensación de » pachequez» que buscan los amantes de la marihuana. Las células de nuestro cuerpo están repletas de receptores cannabinoides y al THC le gusta encajar en los receptores llamados CB1 y CB2.
Sin embargo, el THC es sólo un agonista parcial, lo que significa que no activa completamente el receptor. Esta confusión es lo que da ese efecto psicoactivo característico. Para complicar las cosas, llega el CBD, otra sustancia química del cannabis a la que no le gusta unirse a los receptores CB1 y CB2, a menos que el THC esté presente.
Si el CBD se encuentra con el THC en un receptor del cerebro, expulsará al THC. Ese antagonismo significa que el THC será realmente menos potente. Por lo tanto, si se ingiere una variedad de cannabis con un equilibrio de THC y CBD, es probable que los problemas de memoria sean menores. Por otro lado, los productos con alto contenido de THC y bajo contenido de CBD, como los dabs, la wax o los vapes, pueden empeorar los problemas de memoria.
Los científicos no están del todo seguros de por qué ocurre esto, pero una teoría predominante sobre el THC y la memoria implica a una región del cerebro llamada hipocampo, que es uno de los componentes más importantes para el aprendizaje y la memoria. También está lleno de receptores CB1 y CB2.
Cuando el THC entra en los receptores del hipocampo, puede provocar la liberación de más glutamato, un neurotransmisor importante para la formación de recuerdos. Más glutamato suena bien, ¿verdad? Pero el cerebro parece reconocer que hay demasiado glutamato, por lo que regula a la baja -o apaga- los receptores que el glutamato necesita para adherirse y formar recuerdos. De repente, es como si el cerebro escribiera con una pluma de tinta que se ha secado.
Hay que tener en cuenta que ésta es sólo una teoría, y los expertos no están seguros al cien por cien de que esto sea lo que ocurre. El THC también puede interactuar con otros receptores implicados en la memoria, como la acetilcolina y la serotonina. Es probable que se trate de una combinación de algunos de estos receptores, según concluyó una revisión de estudios en animales realizada en 2020, pero con tantas relaciones complicadas, es difícil asegurarlo.
Parte de la razón por la que no sabemos exactamente cómo influye el cannabis en la memoria es porque la investigación sobre esta droga es cara y difícil en Estados Unidos. Además, muchos estudios también se realizan en animales, como ratas y ratones, por lo que los resultados no se pueden trasladar a los humanos.
En enero de 2022, investigadores canadienses revisaron en la revista Addiction 10 meta-análisis sobre el cannabis y la función cerebral. Incluso con un tamaño de muestra combinado de casi 44.000 personas, la evidencia sólo varió de baja a moderada calidad. Sólo se registraron «déficits de pequeños a moderados en la memoria de trabajo y la toma de decisiones».
No está claro cuánto duran estos efectos de disminución de la memoria. «Algunos estudios dicen que el efecto puede durar un par de días, otros dicen que dura un par de semanas», dijo Grinspoon. «No hay buenas pruebas de que provoque una disminución a largo plazo o permanente de la memoria, pero definitivamente interfiere en la capacidad de las personas para codificar nueva información».
De nuevo, todo esto se basa en variables como la tolerancia, la edad y la potencia del cannabis que se consume. Si consumes cannabis y experimentas problemas de memoria, hay medidas que puedes tomar para evitar colocarte demasiado. Por ejemplo, empezar con una pequeña cantidad e ir poco a poco, recomienda Grinspoon.
«I would say keep the doses of THC on the lower side, if you can. Add CBD,» Grinspoon said. «And then you do all the other things that are really good for your memory, like eat healthy, exercise, get enough sleep. It’s all within the context of how well you’re taking care of your brain anyways.»
Articulo de Troy Farah para salon.com traducido por cannatlan.com
